jueves, 4 de septiembre de 2008

El agua salada, más allá del caldo del cocido...

Como decía mi amigo Roberto, "los de Castilla solo habeis visto el agua salada en el caldo del cocido", o como mucho en las vacaciones de verano. Sin embargo soy de la opinión que con un poco de interés, paciencía y una correcta información, el "pescador de secano" podrá iniciarse en la pesca a mosca en agua salada, en el mar digo, en el cocido ya somo expertos...
No voy a hablaros de momento de ninguna especie en particular, sino que al ser ésta mi primera entrada, voy a comentaros alguna de las especies que más os podreis encontrar en la costa, que son más o menos abundantes y por lo tanto fácilmente localizables en los desplazamientos a la costa, porque una de las principales dificultades en la pesca a mosca en el mar, para alguien que vive a cientos de kilómetros, es precisamente que tienes que pescar "a huevos" el día que vas al mar, no como los que vivimos ya en la orilla misma, que vamos a pescar cuanto el mar esté "en su punto".

La especie reina por tierras gallegas, que es por donde yo vivo y me muevo, es la lubina, si hablamos en cuanto a deportividad, dificultad y vicio que te crea. Si hablamos de pesca de la lubina en la rompiente (el espumero), hablamos de una pesca complicada, caprichosa, muy ingrata y desagradecida, casi diría que peligrosa, pero áltamente adictiva. Pero mejor dejamos esta pesca para otra ocasión.
Ya que teneis que pescar la lubina "a huevos" cuando vengaís a la costa, uno de los sitios donde siempre hay lubinas son los puertos y el interior de la ría. Suelen ser lubinas pequeñas las que consigamos en estas zonas, no porque no haya grandes, sino porque las pequeñas son suficientemente incautas para tomar nuestros señuelos en aguas tan quietas y finas. Las grandes no son tan estúpidas... casi nunca y bien digo CASI nunca, porque de vez en cuando alguna cae en el amparo de la noche.

Esta lubina de la derecha, sin ir más lejos cayó en la trampa en forma de un sugerente pequeño camarón de marabú y patitas de silicona. Este tipo de lubina suele dar más quebraderos de cabeza que alegrías, puesto que las noches que las consigues ver, pasan de tí olímpicamente y solo en periodos de corta actividad (a veces 10-15 segundos) en los que se vuelven realmente agresivas, conseguimos que en su ofuscación tome nuestra mosca. Lo normal estas noches es que caigan pequeñas lubinas, con poca experiencía pero con gran agresividad

Otra especie digna de mención es la caballa o su variante el verdel. Son peces muy atractivos para el pescador de interior, pues son realmente agresivos, cuando aparecen lo hacen por docenas y su pelea con un equipo del #7 es realmente intensa.

Se pueden pescar tanto de día como de noche, aunque si su presencía no es masima, las mejores horas serán con el repunte de la marea por la noche. Mis sitios preferidos para pescarlas con pequeños muelles iluminados por farolas, puentes en el interior de las ría, o pantalanes, pero siempre que estén iluminados, pues esta luz atraerá a los jurelillos y éstos a los calamares y éstos a su vez a las caballas.

Se pueden y se deben pescar con pequeños pero escándalosos poper, aunque cuando se ponen desconfiadas una buena opción es pescarlas con pequeños streamer de krystal flash de unos 2-3cm, incluso pescar en tamden poper y streamer en punta.

La mayor dificultad de esta pesca es poder encontrar un sitio un poco solitario donde pescar, pues estos escenarios de pesca se suelen llenar de pescadores de calamar y choco, lanzando aquí y allá sus señuelos y copando todas las farolas. Es muy habitual verlos codo con codo pescando...

Por último os hablaré de un pez que tiene infinidad de nombres: pez ballesta, peixe porco, roncón, castañeta brava, pez tambor... Yo los llamo pez bobo, porque son bobos... ni más ni menos. Es el pez más gilipollas que yo haya pescado nunca, y mis razones tengo para ello.
Tú descubres un pez de estos, le provocas con una crazy charlie por ejemplo de uno 2cm o menos, el pez se siente atraido y lo ataca, al momento empiezan a aparecer hermanos de dicho pez y se convierten en una banda de peces locos a ver quien te come la mosca... pero como tienen una boca totalmente dura, con unos pedazo dientes como conejos (como te agarren un dedo te enteras) pues fallas muchas picadas. Si al final clavas y sacas uno, los otros gilipollas que vienen con él se quedan allí a mirar, asi que lanzas y te vuelve a atacar. Los suelo encontrar en muelles, pantalanes y bateas de mejillón, solo basta con asomarse y ver si estan allí abajo o no, y aunque no los veas dejas descender tu mosca y con pequeños "arriba abajo"de la misma los sueles atraer, sino vienen es que no están. Por cierto, su carne es deliciosa, aunque tienen una piel dura como el cuero. La pelea no es que sea muy bonita, pero de vez en cuando alguno se pone cabezón y te gana profundidad y entonces es cuando los disfrutas.


Estas son las especies de peces más habituales por la zona, fáciles de localizar y que seguro que a algún pescador de agua dulce le alegrará las vaciones o por lo menos le quitará el mono de pescar a mosca. Sobre los mújules no voy a hablaros porque yo no los pesco. Me parece una pesca estúpida eso de cebarlos con pan y luego sacarlos por docenas. Otra cosa es pescarlos con pequeñas ninfas en la zona intermareal... pero eso ya es otra historia más larga y complicada.