martes, 28 de abril de 2009

El país de los gigantes

Volví un día más a ese río que tanto me gusta pescar, a ese rincón donde abunda la soledad y yo, ciertamente, me siento agusto en la misma. El día es un día como cualquier otro. Nubes, claros, algo de frío, pero ni una gota. Vaya primavera!!


Voy ribera abajo, pescando, tranquilo, escuchando los pájaros. Llego hasta un desfiladero, donde las montañas se juntan mucho y el río baja muy apretado, estrecho, pero profundo. Nunca me había atrevido a pasar de este punto. Según me acerco un sentimiento de intranquilidad se apodera de mi. Lo que antes eran pajaritos piando, ahora son unos grajos negros como el carbón.




Poco a poco consigo atravesar el desfiladero, salvando rocas y jugandome el tipo un par de veces. Ahora el río fluye por un pequeño valle, sigue siendo profundo, pero transitable, al menos por la orilla, por donde discurre un pequeño sendero, sendero que en la estrechez del cañón había desaparecido, para reaparecer ahora de la nada. En una de las orillas hay una enorme casa de piedra. ¡Demonios! ¿quién pudo vivir ahí? ¡vaya tamaño que tiene!



Sin haberme quitado de la cabeza la duda del inquilino de la casa, observo que he llegado hasta una zona donde el valle se abre y las montañas se alejan una de la otra. El río ensancha y se vuelve poco profundo. Lo cruzo y al llegar a la margen contraria, descubro que el sendero se ha convertido en un ancho y cuidado camino. Pero un camino que va a dar a ¿dónde? No entiendo nada, una casa enorme y un cuidado camino en mitad de la nada, en mitad de... ¡ostias!, no sé siquiera donde estoy.



Avanzo por el camino, río abajo, intentando descubrir su principio y de repente rocas, enormes rocas surjen entre los robles. Son rocas solitarias, una aquí, otra allí, redondas y enormes, gigantes... ¡Ya está!, ya sé dónde estoy, en el país de los gigantes. He descubierto una entrada al país de los gigantes y éstos no pueden salir de él porque el desfiladero solo puede ser atravesado por seres pequeños, como yo. Y estas rocas seguro que forman parte de un juego de gigantes, algo así como los bolos celtas pero a lo enorme.
Por eso el pequeño sendero ahora es un camino, es un sendero de gigantes. En la enorme casa de piedra debe vivir el gigante que guarda la entrada a su país.






Junto al camino me sale al paso una extraña señal.





No veo a ninguno de estos enormes seres y si se acercaran los escucharía con tiempo suficiente para salir corriendo hacía el desfiladero, así que decido ponerme a pescar en su río, ese río que antes era pequeño y estrecho y ahora es ancho y apacible.





Siendo éste un río del país de los gigantes, supongo que sus truchas serán gigantes, por lo que pesco muy animado e ilusionado, soñando, iluso de mi, en un enorme pez, llegando en mis delirios a pensar que mi cañita será insuficiente o incluso que puede que corra peligro mi vida vadeando un río con peces de este tamaño.
En estos pensamientos estaba sumido cuando noto una pequeña picada a mi ninfa y clavo, mientras mi corazón se desboca creyendo haber clavado una colosal trucha.

Pues nada de eso. Al otro extremo del nylon, lucha si, colosalmente, una truchita de poco más de un palmo. ¡Vaya desilusión! Arriesgo mi vida en el desfiladero, pesco temoroso pensando que en cualquier momento un gigante me lanzará una de esas rocas por pescar su río y resulta que, en el país donde todo es gigante, saco lo que seguramente es la trucha más pequeña de las que allí viven.




Opto por recoger mi caña y volver sobre mis pasos. La noche está cayendo y trepar a oscuras las rocas no me hace mucha ilusión. Al cruzar el desfiladero vuelvo a ver a los grajos negros, allí, mirándome fijamente. Están esperando a ver si me despeño para luego aprovechar mi cadáver. En una de las planas e inclinadas rocas resbalo por toda ella hasta su borde. Un poco de musgo me frena. El corazón se quiere salir del pecho. ¡Malditos pajarracos negros!, hoy no me vais a comer los ojos.

lunes, 27 de abril de 2009

Irlanda? No, el Deva



Le mandé a un amigo unas fotos de una jornada de pesca y me peguntó:
-Alfonso, ¿has ido ya por fin a pescar a Irlanda?
-No, es el Deva.
-Pues con tanto verde parece Irlanda...





Pues si, verde por todos sitios, campiña, prados con ovejas y espesas arboledas, musgo y olor a humedad. Asi es el entorno del río Deva, al cuál me invitó a pescar mi amigo Arturo, que logró conseguir unos permisos para el coto.




Si el otro día el río era muy complicado de caminar, éste como dice Arturo "está diseñado para jubilados". Muy fácil de andar la orilla del cauce, buenos accesos y cómodo de pescar casi todo el coto, y querencioso a ser pescado a seca...





No empezamos muy bien el día, pues amaneció con sol y viento de norte, aún así logramos unas cuantas capturas por la mañana, mi compañero a seca y yo a ninfa. Él pescaba las tablas y yo las corrientes y los cabeceros. Algunas de estas truchas tienen un gran parecido a pintos de salmón.





Despues, al cambiar la zona superior del coto por la zona media, paramos en una churrasquería a comer unas raciones y unas cervezas, esperando que por la tarde cayeran unas gotas de agua y movieran las truchas.


Y efectivamente así fue, nada más llegar al río se puso a llover a intervalos y nuestras amigas se activaron un poco. Casi todas preciosas, pero pequeñas, solo un par de ellas entorno a los 25cm. doblaron mi cañita de ocho pies. El tándem liebre oliva y faisán dió buenos resultados, al igual que estas jornadas anteriores, y pescaron por igual una que la otra.




Ya casi de noche, mientras esperaba a que llegara Arturo, se cebaron unas bonitas truchas en una salida de una corriente, al lado del coche. Clavé tres pero solo saqué dos, la tercera, una trucha de buen porte, se soltó al poco de clavarla. Las tres con una mosquita de un #22 en cdc imitanto un dipterillo o un pequeño tricopterillo. Con estas últimas, llegué a la docenita y media de truchas; Arturo creo que hizo otro tanto, con lo que nos podemos dar con un canto en los dientes por tal y como comenzó el día.


Por la mañana había clavado algunas truchas con una de las moscas que me regaló Arturo, una mosca en parachute, con alas abiertas. Montaje muy curioso y muy bonito, que lo tuve que atar al final de un largo bajo de casi seis metros, acabado en un 0,12, porque estaremos a principio de temporada, pero no veas que quisquillosas están las truchas de este río.




Volveré a pescarlo si consigo permisos para el coto, me ha gustado mucho, a pesar de no ser un día muy propicio para pescar.

Limpieza del EDS de Camarzana de Tera

Los compis del Motín de la Trucha hicieron una nueva limpieza. Como estoy algo vago os copio lo que dijo la prensa local.

La Opinión de Zamora, Miércoles 22 de abril de 2009



Una veintena de miembros de la Asociación de pesca sin muerte "El Motín de la Trucha" empleó la mañana del pasado domingo en limpiar las márgenes del río Tera en el tramo del escenario deportivo de pesca, en el término municipal de Camarzana. La compañía de limpieza, que ya realizó esta tarea el año pasado, se encontró con menos basura en las orillas del río, aunque desconocen si este hecho es atribuible a una mejoría de la concienciación social o a que no ha comenzado el verano, y con este la llegada de campistas, veraneantes y pescadores. En la imagen, una quincena de pescadores posa con la basura recogida ante el bar de la zona de ocio "La Barca", a escasos metros del río.

miércoles, 22 de abril de 2009

Libre sin muerte de Rubillós

Hoy me levanté con intención de volver al Miño, pero una vez allí no pude pescar, pues estaban turbinano y venía como un mar. Tras visitar a mi amigo José Ramón, que estaba entrenando lance en un prao a pie de río en Orense, puse rumbo al Arnoia, a ver si podía al menos hacer unos lances.
Hacía unos días, un amigo me había hablado de un Lsm en el Arnoia por debajo de Allariz, pero al parecer era complicado llegar, así que no me explicó muy bien como llegar. Por lo tanto pensé que la mejor opción era el Lsm de Xunqueira, pero cuando llegaba cerca de Allariz vi un cartel que ponia "A Merca 8 km" y no sé por qué cogí esa carretera, pensando que tal vez podría dar con el Lsm que me habían comentado. Tiré y tiré por esa carretera y no veia el río por ningún sitio, es más, estaba en lo alto de unos montes. Al final en un pueblo me encontré con guarda forestal que se ofreció muy amable a llevarme hasta el Lsm.


Una vez a pie de río empezamos a charlar y me expresó sus temores con el cambio de gobierno gallego. Me dice que estos tres últimos años fueron muy buenos para ellos, que por fin la administración les escuchó y les tomó en consideración, que se hicieron varios libres sin muerte y quitaron en casi todos los sitios la ridícula medida de 17cm. Teme que el PP quite los Lsm y vuelvan a hacer caso a las Asociaciones de pescadores, que solo quieren pescado a toda costa, sobretodo teme una vuelta al pasado y que se concedan todos los proyectos parados de minicentrales. Todo porque quien parece que va a llevar el medio ambiente en Galicia es un ingeniero... pero de caminos, nada que ver con la naturaleza. Espero que los augurios de este agente no se cumplan, sino todo volverá al pasado y poco a poco (a veces mucho a mucho) Galicia hipotecará su patrimonio natural y se lo acabarán cargando, sino es que no lo está ya bastante.


Hablemos del río, no quiero ponerme pesimista.
El Lsm de Rubillós es una zona muy complicada de andar y pescar. El lecho del río lo forman numerosas piedras de muchos tamaños, con lo cuál no es homogeneo. Tiene muchos agujeros entre piedras y éstas resvalan muchísimo. Realmente me ha parecido peligroso andar por dentro del río y máxime pescando solo y sin cobertura.




El agua en este tramo ya no viene tan transparente como en los tramos superiores, se nota que el río ha pasado por poblaciones importantes como Allariz. A mi llegada había una enorme eclosión de pequeños Ecdyonuridos (creo...) y se veía alguna cebada esporádica. Comencé con la seca y clavé dos pequeñas truchas en los primeros metros de tramo, pero luego na de na, así que puse dos pequeñas ninfas, una oreja de liebre oliva y una faisán.
Mientras subía, el valle se iba cerrando y complicando, casi intransitable por la orilla y clavados en los árboles, unos carteles que me dejaron algo intranquilo, sobretodo viendo los restos de roca desperdigadas por el tramo.



Durante todo el Lsm se intercalan corrientes y pozos, apenas se ven tablas y las pocas son muy cortas. Yo sigo con mis ninfas pescando de rodillas y aguas arriba. Las primeras truchas las clavo con la oreja de liebre oliva.



Por encima de la corriente de la foto de abajo, clavé una trucha de unos 30cm, la más grande de la jornada. Me picó a la ninfa de arriba, una faisán, y a partir de esta trucha, todas las demás se clavaron en la faisán.



Constantemente tenías que ver donde pisabas, sino tenias asegurada una caída o peor, una rotura de tobillo. Tanto mirar hacía abajo hacia que viera cosas en las que normalmente no me fijo.
¿Y tú quien eres?



Al final llegué a un cañón donde la orilla era roca pura, muy inclinada, tanto que no podía mantenerme de pie con las botas del wader y me escurría hacía abajo, por lo tanto puse fin a la jornada de pesca. Cuando me dirigía hacía el coche me he encontrado nuevamente con dos agentes forestales que me pidieron la licencia. Como siempre el Arnoia bien vigilado.
Al llegar al coche y encenderlo confirme lo que yo sentía con mi sudada, hacía un calor del carajo.



He llegado a casa y me dolían las piernas, los glúteos, los gemelos, los tobillos, los pies... tenía una garrapata debajo del reloj y mil picaduras de arañas por los brazos, todo por una docena de truchillas, casi todas por debajo de los 15cm. A simple vista no lo parece, pero reitero que es un tramo muy complicado de andar, muy incómodo... y solitario, tal vez demasiado. Tengo comprobado que los días de sol, las truchas del Arnoia se esconden y los tricos ni se asoman.

viernes, 17 de abril de 2009

O pai Miño

Día de primavera, tremendas trombas de agua seguidas de calma y sol. Tricópteros, pardones y una enorme efémera amarilla de alas olivas, hacen una peculiar coreografía sobre las aguas transparentes y gélidas de "o pai Miño".


Las invitadas al espectáculo...






Gracias José Ramón.
Alberto, el móvil a pesar de la inmersión durante unos minutos, al final resucitó de nuevo, por ahora...

jueves, 16 de abril de 2009

Semana Santa '09

Mi semana santa comenzó el sábado y acabó el lunes, así que más bien fue corta. El primer día se lo dediqué a la familia y a preparar un poco el equipo de pesca porque el domingo me esperaba una jornada truchera con mi primo Manolo. Esa misma tarde tomé café y copa con él mientras nos enfrascábamos una vez más en una de esas discusiones sobre gestión de pesca y acciones a tomar para preservar la poca trucha de nuestra provincia. Intercambio de moscas con Chivas de por medio y planificación de la jornada siguiente.

Salimos de casa con 4ºC, en un día de intervalos de nubes y viento del norte. La verdad es que apetecía más irnos a San Juan y comer unos churros que meternos una kilometrada para pasar frío en un río.
Pusimos rumbo a nuestra querida y maltrecha Sanabria, donde nos esperaba un buen café en La Chopera, un hotelito con restaurante a orillas del río Tera, en la parte superior del coto de Mercado del Puente, que por desgracia no era lo que íbamos a pescar. Y digo desgracia porque esta corriente al lado del restaurante tenía una pinta espectacular.


Tras saludar a Miguel, Alicia y Lantarón, que iban a pescar el LSM, seguimos rumbo a nuestro destino de pesca. Antes de cambiarnos nos metimos una buena empanada de Mombuey, unos mejillones, unas sardinillas y queso zamorano curado de oveja, todo ello regado con un vino casero que entra mejor que el agua.
Debido a la saturación de gente que se produce en el Tera los fines de semana, decidimos pescar un pequeño río de montaña, aunque no fuera la mejor elección para un día tan frío como ese. Además el río baja muy bajo y transparente, por lo que la cosa se tornaba algo complicada.


Rebuscando entre las piedras observamos pequeñas ninfas de Bétidos¿? miles de canutillos de tricópteros y una ninfa de pérlido, que me costó dios y ayuda hacerle la foto, pues no paraba quieta.


Mi primo Manolo lo intentó por activa y pasiva pero las truchas debían estar aletargadas con ese frío.


Yo por mi parte creo que me estoy acostumbrando a pescar en sitios complicados. ¿Por dónde meteré la línea?


Al final tuvimos un par de pequeñas recompensas. Muy pequeñas, pero preciosas.


Los lunes no se pueden pescar salmónidos, por lo tanto la elección fue fácil: barbos. Y tal y como estaba lo climatológico, el embalse no era la mejor elección. El Duero parecía más asequible con tanto viento y frío, por lo menos podía pescar de punta, cosa complicada en el embalse.

Comencé en una zona de aguas más paradas y tranquilas, que al estar el agua tomada, supongo que por las últimas lluvias, me podía acercar mucho más a los peces sin ser detectado. Muchas huellas en la orilla, alguna muy pequeña, tal vez de algún niño. Los barbos muy cabroncetes, era mosqueante ver cómo les dejabas derivar la ninfa hacía ellos y éstos se apartaban, dejaban pasar la mosca y volvían a su postura. Después de cambiar y cambiar la mosca unas cuantas veces di con la opción buena, una ninfa de pelo de liebre gris, con cabeza de latón para descender lentamente y cercos y patas en culo de pato, que parece que los bigotudos tenían la boca muy sensible.
Pude ver docenas de carpas y barbos, por lo que con tanto ambiente me dediqué a elegir los de mayor tamaño, aunque eso me perjudicara en el número final de capturas, prefiero calidad a cantidad. El tamaño medio de los que fui sacando era muy bueno.


Clavé uno cerca de una potente corriente, que en su primera (y única) arrancada me sacó la línea, y casi todo el backing (llevo casi 100m), sin poder pararlo con la caña del 7. El final me corto el bajo, supongo que con alguna piedra o tronco sumergido, por la parte más gruesa.
Sin reponerme de esta pelea pude clavar y esta vez, no sin dificultad, sacar un buen tarugo, que a decir verdad las fotos no hacen justicia a verdadero su tamaño, pues era muy ancho en la cabeza, tanto que apenas me daba la mano para cogerlo. Tenía un tamaño cercano a los 70cm y una potencia tremenda. Disfruté como un enano con su pelea. Hasta la fecha el más grande del año.



En total durante las 3h de jornada barbera puse en tierra diez barbos y una carpa y tuve tres roturas, con lo cual creo que la cosa estuvo magnífica. Luego me vino lo peor, pues al elegir solo los peces grandes andas muchísimo más y claro, todo lo que subes río a arriba hay que bajarlo para volver al coche, así que llegué bastante cansado, que las botas mojadas pesan un montón, y aún por encima quemado por el gélido viento.

Por último quiero felicitar a Photo Xibeliuss por su magnífico blog, que hace que los que estamos lejos de nuestra tierra podamos volver ella con la imaginación, mientras leemos sus historias de Sanabria y Carballeda, a la par que admiramos sus preciosas fotografías.

jueves, 9 de abril de 2009

Día de pruebas

Llevaba ya un par de días en casa, el día anterior había estado nervioso, inquieto, con ansiedad. Intenté calmarme un poco montando unas pequeñas moscas de salmón, pero destinadas a la pesca de grandes reos en el Miño, pero solo logré ponerme de mala leche, no me salía bien ninguna mosca, y las elegantes moscas de salmón en pelo me estaban quedando tan mal que parecía que en vez de remate llevaban un casco. Estaba claro, necesitaba salir de casa y respirar. Así que por la mañana me levante temprano y desayune un buen trozo de pastel músico (bizcocho, almendras, avellanas, pasas, nueces y miel) para darme energía y marché hacía un río perdido en Orense.

Había 8ºC y el día estaba típico primaveral, nubes, frío y lluvia de vez en cuando. Llegué al río y me encontré con unos cuantos operarios limpiando algo las márgenes y adecentando una pequeña área recreativa. Hoy tenía en mente probar algunas cosas, unos bajos nuevos de Hardy, algún montaje… Empecé pescando a ninfa porque no se veían en la superficie ni cebadas ni insectos volando. Bañé por primera vez una ninfa cuya receta me facilitó mi amigo Vacceo el otro día en la web de pesca de la asociación. Una variante de la Copper John, pero con muchos cambios: colas en biot naranja pálido, cuerpo en liebre natural brincado con French tinsel, saco alar oliva con un trocito de plástico iriscente encima y una gota de epoxi, patas en perdiz pardilla y cabeza dorada. La verdad es que tiene muy buena pinta.

Lo intenté por activa y por pasiva, pero solo conseguía pequeños toques a la ninfa y algún “llavero Rapala” que otro. Como viene siendo habitual, cambio de zona a mitad del día, esperando a ver si eclosiona algo pues parece que quiere salir el sol y la temperatura ya está en torno a los 17ºC.
Elijo una vez más el lsm de Baños de Molgas, pues tiene en su zona baja un tramo de agua lenta y mucha vegetación acuática, por lo que creo que ahí puede eclosionar algo. Pero una vez allí observo muy poco movimiento, solo alguna cebada esporádica pero que no aprecio a qué.

Como lo único que veía era algún pardón suelto y unos cuantos tricópteros grises, decido montar uno en un #20, cuerpo de buitre, alas en cdc natural y hackle gris dun recortado arriba y abajo. Con esta mosca a los pocos lances hago subir una de esas truchas que se cebaban, que apenas tiene 20cm.

Decido esperar un poco que aún es pronto y puede que luego salga mosca. Cambio de escenario y me meto por el pequeño río de la margen izquierda. Sigue siendo zona sin muerte, pero es complicado pescarlo, menos mal que el otro día estuve entrenando en el pequeño arroyo.
Lo pesco a ninfa, en corto aguas arriba, aunque para mi todavía sigue siendo una técnica algo difícil de dominar. Clavo algunas truchillas y revuelco otras, pero se ve que no hay movimiento ninguno y eso que el día es perfecto, medio nublado, temperatura suave, llovizna a ratos…

Al final cansado de “ratonear” y pegarme con todas las zarzas de las orillas, me vuelvo hacía el coche, pero por el camino veo varias cebadas en la zona de algas. Me meto despacio, dejan de cebarse. Hago garita y a los pocos minutos ya está de nuevo una trucha cebándose, pero no sé a qué. Se ceba muy sutilmente y no le veo la boca, debe de estar tomando algo debajo del agua pero cerca de la superficie, pero yo sigo sin ver bichería. Monto un tándem con un parachute grandote imitando un pardón y abajo unido por 15cm. de nylon del 0,10mm. una larva de quironómido que la vi el otro día en un web.
Lanzo perpendicular a la corriente y como unos dos metros aguas arriba de la trucha, de repente el parachute se detiene y se hunde un poco y clavo. Es una trucha curiosa, para lo que estoy acostumbrado en Galicia, me da pelea metiéndose entre la vegetación sumergida, pero al final el bajo aguanta y logro orillarla. Una foto y al agua.

Con las algas he montado un Cristo en el bajo y se me ha acabado la bobina de 5X y 6X, así que esta vez ya no hay remedio, me tengo que ir. Mientras me cambio en el coche se acerca un compañero de pesca y le convenzo para ir hasta Portugal a comprar nylon y algunas cabezas doradas.
Una vez allí el dependiente nos habla de unos nuevos anzuelos de su propia marca ¿? afOLI. Tienen algunos modelos, aunque no un catálogo muy grande, pero cubren la mayoría de las necesidades de un mosquero. Me gustó mucho el modelo d04 bl. Tiene un buen precio, 1,75€ para la caja de 25. También los dispones en cajas de 100 y 1000.

Ha sido una jornada de pruebas con los siguientes resultados: los bajos Hardy muy bien, con poca memoria y estiran fenomenal; la variante de la CJ me gusta mucho, pero hay que probarla más porque solo clavó truchillas; la larva de quironómido me dio la trucha más grande del día por lo tanto ya me gusta.Ahora ya tengo excusa para salir de nuevo esta semana: hay que probar los nuevos anzuelos.

domingo, 5 de abril de 2009

Ratoneando

Llevaba toda la mañana viendo como evolucionaban las nubes y como de vez en cuando el sol picaba. "Si sigue así habrá tormenta", me comenta mi compañero mientras mira por los prismáticos en busca de algún pequeño conato de incendio.
Tormenta, despues de tantos dias de anticiclón, casi me suena a utopía, aunque muy deseada. No es normal estar a principios de temporada y que los ríos estén bajos, haga un sol de carajo y no caiga una gota de agua. ¿Quién dijo que en Galicia llovia mucho?

La mañana se me hace eterna. Cada vez más nubes y a ratos pica de nuevo el sol. Pasamos media docena de veces por encima de ese riachuelo y no puedo por menos que ir planificando la estrategia de pesca para cada corriente que veo. Por fin son las dos!! Salgo del trabajo tan contento como cúan reo recobrando la libertad. Comida rápida a base de pasta y atún y a las dos y media estoy a pie de río.
Nada más meterme en la ribera me maldigo una vez más por no haberme traido las cañas pequeñas, ésta de nueve pies casi no coge en este riachuelo y en Galicia ya no es la primera vez que se me queda grande.
El agua transparente a más no poder,pero el río muy bajo, necesitaré bajos largos para evitar el dragado y lances a media distancía pues me he dado cuenta que estas truchas te ven desde muy lejos. Pero... demonios!! el río no es un río, es un arroyo, como narices voy a lanzar siquiera a ocho metros ¿?
Poco a poco voy pescando las posturas, aunque muchas las tengo que dejar por imposible o pescarlas mal, apenas hay sitio donde volar la linea. Veo una cebada, desproporcionada para el río que es. Es una salida de un pocito de un metro de profundidad más o menos. Están volando algunas efémeras grandotas y marrones asi que pongo un parchute con cuerpo marrón en biot de oca y poste blanco. Lanzo, posa, deriva y.... zaaassss!!! la ha tomado en el mismo sitio que la cebada. Clavo y ¡como tira! veo un pez no muy grande peleando como un descosido en el pocito; un fantasma plateado salta dos veces fuera del agua y se suelta. ¿Qué coño es eso? ¿Un reo? No es descabellado, el riachuelo muere en el mar... Da igual lo que sea, yo ya estoy contento.
Voy pescando animado todo el riachuelo. La mayoria de las veces tengo que lanzar con la caña desmontada a la mitad. Sigo la misma estrategia para cada pozo: la salida la pesco a seca al igual que los laterales de la corriente, luego lanzo a la corriente y por último quito la seca y le meto una ninfita de cabeza dorada. Clavo algunas a seca (elk caddis naranja y parachutes marrones) y otras a ninfa (faisán). Revuelco más que saco, estas pequeñas son rapidísimas. La mayoría son chicas, pero algunas que revuelco tienen buen tamaño y casi siempre salen en las posturas más apetecibles. Lástima que estos riachuelos perdidos no son respetados ni en talla ni en veda. Aún así logro revolcar (que no sacar) docena y media de truchas.

Dice un amigo que "el peor dia de pesca es preferible al mejor día de trabajo" y estoy totalmente de acuerdo con él, aunque hoy no lo considero un mal día, eso si, ha sido una jornada trabajada: he cambiado un motón de veces la mosca, los bajos, los tippet y he perdido un montón de moscas, pero asi es la única forma de pescar, arriesgando. Perdonad que no diga el nombre del riachuelo, pero a parte de que no tengo ni idea de como se llama (ni siquiera sé si tiene nombre), estos refugios de trucha 100% de verdad contra más anónimos estén, mejor.

Hoy se abrió la veda en mi querida Zamora, espero que los compis de El Motin de la Trucha tenga un buen dia de apertura, yo desde aquí solo puedo desearles suerte y tenerles envidia sana, si es que eso existe.

miércoles, 1 de abril de 2009

Libres sin muerte en el río Arnoia, Orense

El río Arnoia ha sido un descubrimiento para mi este año. Gracias al amigo José Ramón Rodriguez, el cuál me aconsejó los libres sin muerte de Baños de Molgas y el inferior, cerca a Ponte Ambia. Desde aqui agradezco sus consejos, pues descubrí algo de luz en estos ríos gallegos, tan bonitos como dejados de la mano de Dios.


LSM de Baños de Molgas

El lsm de Baños de Molgas es un tramo corto y semiurbano, divido en dos partes diferenciadas:

-Un tramo del río Arnoia, unos 400m. que van desde su tramo inferior en las piscinas municipales, hasta el tramo superior donde el puente de una carretera cruza el río y desde ahí para arriba empieza un coto. Esta zona de río está despejada, fácil de andar por sus orillas vadeable en todo su recorrido. Transcurre por una zona de recreo, con numerosos árboles, parrillas y césped, ideal para pasar un día con la familia o iniciar a alguien en la pesca a mosca. Tiene bastantes truchas, las que yo he sacado de tamaño medio, entre 20 y 30cm, con tablas y corrientes ideales para la seca y pozos donde meter alguna ninfa.




-El otro tramo, de 1km más o menos, es un pequeño río que baja de Maceda y desemboca en el Arnoia, justo en la parte inferior del lsm. Es pequeño, enmarañado y tiene cierta dificultad de pesca. Se alternan pequeñas corrientes con zonas paradas muy largas, que son impracticables a mosca y sirven de refugio natural para las truchas, las cuáles son de un tamaño mayor a lo que se podia esperar en un río de tamaño tan pequeño.



Este lsm es ideal para pasar un día tranquilo o con niños, eso si, si quieres soledad y naturaleza 100% tendrás que buscar otro lugar, en cuanto hay sol se llena de gente que se tira al césped y de familias haciendo parrilladas.


LSM de Acea

El lsm de Acea está situado entre Xunqueria de Ambia y Baños de Molgas. Acea es una pequeña aldea a orillas del Arnoia, en mitad de un bosque de robles. El coche hay que dejarlo en esta pequeña localidad, pues la carretera no va má allá. En el mismo sitio donde dejamos el coche, disponesmos de una parrilla y una mesa de piedra donde poder comer tranquilos. El lsm tiene el límite superior en esta población y el inferior no tengo ni idea donde acaba, pues a mitad del tramo se vuelve enmarañado, encajonado y muy dificil de andar, por lo tanto no llegué hasta abajo.
La estrategia de pesca puede ser bajar pescando aguas abajo o bajar andando hasta donde puedas y luego subir pescando. El tramo es variado, entre tablas, corrientes, profundos pozones y zonas encañonadas con grandes piedras. Tambien tiene un par de presas de antiguos molinos y el rio se puede vadear a tramos, hay muchas zonas donde no puedes ni meter un pie en el agua. El tamaño de trucha es mayor que el lsm de Baños de Molgas, pero las truchas no son facilonas, hay que currárselas., yo lo he pescado tres dias y uno me dió peces y los otros dos el río se me cerró del todo y apenas saqué unas sardinillas a ninfa.




Tengo que destacar la vigilancía de ambos tramos, he pescado tres veces cada uno y salvo una vez, las demás vi a la guardería a pie de río. Mi felicitación por su labor, otras veces los criticamos por no verlos, pero cuando hacen bien su trabajo también hay que reconocérselo.