Estos días días de frío, en los que no apetece salir a la calle, con las montañas cargadas de nieve al otro lado de mi ventana, me pongo a mirar esas fotos de otoño en Zamora. Sin duda es la época del año que más me gusta para perderme por esa olvidada tierra, mi tierra. Y mientras repaso esas fotos me pongo a soñar despierto...
Sueño con ese embalse de rocas redondas y aguas transparentes.
Sueño con ese río prisionero que cuando se vacía el embalse vuelve a ser libre.
Tenía estas fotos guardadas desde el otoño y me daba no sé qué no compartirlas con vosotros, aunque sea con un poco de retraso...