miércoles, 27 de abril de 2011

La Semana Ibérica de Caza y Pesca celebrará su duodécima edición del 23 al 25 de septiembre en Valladolid



Valladolid. Abril/2011.

La Feria de Valladolid albergará entre los días 23 y 25 de septiembre de este año la duodécima edición de la Semana Ibérica de Caza y Pesca, un encuentro en el que tienen cabida las facetas profesionales y deportivas de ambos deportes.

Los contenidos de la Semana Ibérica se articulan bajo la premisa de ofrecer propuestas para aficionados de todas las edades, tanto para quienes compiten en pruebas internacionales como para niños y jóvenes que, a través de diferentes actividades, pueden acercarse al mundo de la caza y la pesca. Asimismo, se potencian actividades que ponen el acento en prácticas conservacionistas y de protección del entorno.

El calendario de pruebas deportivas incluye la Copa de España de recorridos de caza, las copas ibéricas de recorridos y caza San Huberto y una exposición monográfica de teckel. Y en pesca cabe destacar el Encuentro Internacional de salmónidos mosca, Memorial Rafael del Pozo, el Encuentro Latino de bass, el Encuentro Ibérico de ciprínidos y el Campeonato territorial de casting de Castilla y León.

En la organización de estas competiciones la Semana Ibérica cuenta con el respaldo y colaboración de la Real Federación Española de Caza, la Federación de Pesca de Castilla y León y la Asociación de Cazadores y Pescadores de Valladolid.

La pasada edición de la Semana Ibérica acogió eventos como la celebración del décimo aniversario de la Asociación del Corzo Español, conferencias sobre especies cinegéticas, presentaciones de libros, exhibiciones de cetrería, etc.



sábado, 16 de abril de 2011

Sensaciones y sentimientos

La pesca a mosca, desde mi punto de vista, es un cúmulo de sensaciones y de sentimientos. No solo pesco cuando estoy en el río, sino que durante mi día a día hay muchas cosas que me evocan esos sentimientos, esas sensaciones y que en su conjunto son la pesca a mosca.


El simple hecho de observar mi caña, mi carrete, mis líneas... hace que sienta ese gusanillo. Puedo tirarme horas ordenando y observando el equipo, ojeando catálogos, visitando tiendas...


Mis jornadas de pesca no empiezan en el río sino meses antes, esos fríos días de invierno en el que delante del torno empiezo a planificarlas, creando las moscas que necesitaré en cada una de ellas.


El día que por fin me acerco al río no me gusta meterme en él con prisa, sino que prefiero montar la caña sentado en su orilla, observándolo, escuchando la sinfonía de sus vivas aguas.


Una sensación indescriptible con palabras es la que sientes cuando te alejas de la civilización, cuando te adentras en profundos valles, si acaso acompañado de un amigo de cuatro patas o de dos. Durante meses he recordado esos olores, cada uno acorde a su río, no hay dos iguales.


Lo importante ya no es cuantos peces saques, sino más aún es dónde y cómo lo hagas. El marco es tan importante como el cuadro, si no más...


Este hecho hace que camines durante horas, que te pierdas por barrancos y valles, que te sincronices con la naturaleza, todo en busca de esa postura mágica, esa que has tenido en tu cabeza durante todos estos meses y que cuando llegas a ella la sabes reconocer. No importa el resultado, lo importante es estar ahí.


Últimamente está de moda el competir, convertir las sensaciones y sentimientos en números. ¿Qué fórmula se utiliza para eso?¿Quién gana en sentimiento? Hay días que con una trucha me he venido a casa embelesado y otros que con docena y media traigo mal sabor de boca. Creo que la pesca a mosca es demasiado preciosa como para resumirla en números y por desgracia muchos de los que empiezan no ven más allá. Durante generaciones la pesca a mosca ha sido algo más que sacar peces, creando gran tradición, mitos y leyendas, que todo junto la envuelven con un halo mágico que hizo que muchos nos enamoráramos de esta modalidad antes de siquiera tener una caña entre las manos.


Yo seguiré perdiéndome por esos ríos, buscando esos sentimientos y sensaciones, sin prisas, disfrutando de lo que me rodea y de esa soledad, tan necesaria en ocasiones.

jueves, 14 de abril de 2011

Tengo que pasear al perro...


Por unas cosas u otras se me hizo tarde. Que si papeleos, que si historias... total, son las cuatro de la tarde y y yo en casa, con las cañas guardadas y un día de escándalo. Me parece un poco tarde para fijar un destino de pesca, entre que te coges todo, que llegas, que te pones a pescar... y encima aún tengo que sacar a pasear al perro. Creo que me olvidaré de pescar.


Aún tengo horas de luz así que decido prepararme una mochila con algo de agua, un forro polar, cámara de fotos y un par de barritas energéticas. ¿A donde voy? Pues ni idea... monto a Toy en el coche y pongo rumbo a donde me lleve el instinto.


El instinto me lleva a una zona por la que paso muchas veces con el coche pero que desconozco totalmente. Aparco el coche y descubro una excursión de niños aprendiendo a escalar, decido caminar en dirección opuesta, no me apetece ver más gente hoy.
Me adentro por instinto por un camino, escuchando el rumor del agua y descubro un magnífico riachuelo de aguas vivarachas. El sitio es precioso, aunque complicado, tal vez con la cañita de 7 pies... Lo anoto en mi agenda mental para próximas fechas, cuando el agua baje menos alegre y las truchas se decidan a subir a las secas. Toy está en su salsa, en el campo.


Durante casi una hora me adentro en el camino, buscando una entrada al río principal del que era tributario el anterior riachuelo, pero no me acerco a él, lo escucho allí abajo, en el fondo del valle, pero una selva de maleza y zarzas y una pendiente muy pronunciada me impiden salirme un par de metros del camino.
De repente unos prados que bajan escalonadamente al río, una oportunidad para acercarme al mismo. Al llegar a su orilla descubro una poza preciosa. ¡Qué maravilla de río! y para mi totalmente desconocido.



Toy oteaba la poza, pero no vimos actividad. No se si tendrá truchas o no pero yo me quedé con ganas de pasarle una seca por estas corrientes.




El agua transparente a más no poder, pero fría, muy fría pero un caudal perfecto para pescar, aunque me parece un poco pronto, a ver si en un mes las truchas están activas en superficie.




Toy, hoy vinimos sin caña, no verás ninguna truchilla.



¿Quién se resistiría a meter un parachute por estos rincones?


¿Cómo será una eclosión en esta plancha?


Bañarse con este agua si que es valor, me entraba frío solo de verlo.



Los antiguos y sinuosos estratos hacían más bonito el lugar si cabe...


Se nos echa la tarde encima, hay que volver al coche aunque si fuera por Toy aún seguiríamos trasteando un rato más.



De camino al coche por una senda muy marcada, voy pensando que lo que se prometía una tarde de sofá o como mucho de montaje, se ha convertido en una preciosa y fructífera tarde de paseo con Toy. He descubierto unos cuantos kilómetros de río totalmente desconocidos para mi más un barranco por el que ratonear cualquier tarde ¡y si encima tienen truchas ya será la leche!. Qué razón tiene Joaquin cuando me habla de explorar para luego pescar en soledad...

lunes, 11 de abril de 2011

Guardia Civil Rural en los ríos.

Hacia un tiempo que quería hablar sobre un tema y es sobre la vigilancia que hace la Guardia Civil Rural en los ríos y en la naturaleza en general.
Es un tema que la mayoría de pescadores desconoce o realmente están mal informados, en muchos casos hablando sin conocimiento de causa o cayendo en tópicos. Voy con esta entrada a intentar dar un poco de luz sobre quiénes realmente, junto a la Guardería de Medio Ambiente, se preocupan por nuestros ríos y montes.


Es cierto que la Guardia Civil dispone de una especialidad encargada en la protección de la naturaleza, el Seprona. Suelen ser demasiada poca gente para las enormes extensiones de terreno que abarcan, por lo que sus esfuerzos se centran realmente en casos más graves de furtivismo, vertidos, incendios, etc. Casi todo el mundo cuando unos Agentes le solicitan la licencia de pesca o caza asocia a éstos con agentes del Seprona, cuando la mayoría de las veces son Guardias Civiles Rurales.

La principal misión de la Guardia Civil Rural es la Seguridad Ciudadana, la cuál según zonas y épocas abarca casi la totalidad del tiempo de sus Agentes, es decir, dedican su tiempo y esfuerzo a ir detrás de delincuentes y si hay tiempo se dedicarán a otros menesteres. Claro está que hay poblaciones donde a penas hay delincuencia y los Rurales se pueden dedicar más tiempo a la caza, pesca o prevención de incendios.

¿ Estás seguro que no te están vigilando?

Muchos son los pescadores en foros o tertulias de bar que critican la actitud de la Guardia Civil con los ríos... "que si no vigilan"...."que ni siquiera se bajan a pedir la licencia"..."que nunca se les ve"...etc. Entran de lleno en el topicazo del funcionario vago y pasota, cuando realmente pienso que están equivocados.
En todos los sitios hay gente desidiosa, pero pagan justos por pecadores pues realmente hay muchas y diversas razones por las que a veces no se puede ver a la Guardia Civil por los ríos o montes, como puede ser saturación del trabajo de Seguridad Cidadana, escasa plantilla en la zona, campaña de prevención de incendios, caza... Además que estos pescadores no vean a la Guardia Civil no significa que los Agentes no los estén viendo a ellos o que no se esté denunciando porque realmente las denuncias que hacen los Agentes no tienen a penas publicidad y este trabajo queda oculto a los ojos de la mayoría de las personas. También hay un punto que no se suele tener en cuenta y es la prevención, esas horas esperando que por la zona salga tal o cuál vehículo que se sabe que furtivea, ese dejarse ver por los cotos a horas distintas, esas noches que se espera a que fulano baje con "la batería del camión" y por lo que sean no son fructíferas, conseguir información de las andanzas de fulano y mengano... Todo este trabajo también queda oculto a los ojos de los ciudadanos y aunque parezca que no están no dudéis que los Agentes están haciendo su trabajo.


También hay un tema importante y es que los Agentes Rurales tienen una formación "básica" en temas de pesca. La mayoría no son pescadores y el mundo de la pesca es tan inmenso que si no eres aficionado te cuesta mucho saber que ésta o aquella son tal o cuál modalidad por lo tanto no pueden ser tan celosos en las vigilancias y piden lo básico como la licencia y el permiso y "se dejan ver". Bien es cierto que siempre hay compañeros que saben mucho más del tema por ser aficionados a la caza o pesca y orientan al resto.

Con tan solo un par de Agentes "muy celosos" con la pesca en la demarcación sirve para llevar a raya a los furtivos, pero para ello hace falta que los ciudadanos colaboren. Si un día has visto como ciertos personajes se llevan más del cupo o sus peces no llegaban a la medida, si no puedes denunciar en el acto por teléfono, siempre puedes pasar por un cuartel y decírselo a la Guardia Civil dando todos los detalles que veas importantes, puede que ese día no se les coja pero el trabajo de la Benemérita es una carrera de fondo..."hoy no te cogeré, pero tengo muchos días hasta que me jubile". Toda la información aportada es de gran valor y sirve para luego poder en un futuro pillar a fulano o mengano cargado una cesta de truchas de un sin muerte en el coche.

Un furtivo no está seguro en el coche, siempre se le puede parar en los accesos al río con el "muerto" en el maletero.

Para concluir solo deciros que no penséis que los ríos están abandonados a la mano de Dios, los Agentes Rurales, los de los pueblos, hacen lo que pueden dentro de la cantidad de tareas que abarcan, pero necesitan de vuestra colaboración, denunciad o informad de las infracciones que veáis, no van a caer en saco roto.

martes, 5 de abril de 2011

Plan "B"


Quedé con Carlos, mi vecino, para pescar el río Aragón. Él es gallego y por primera vez pescaba en Pirineos y teníamos el reto que sacara su primera trucha mediterranea. Al llegar al río nos encontramos con este mar de agua de deshielo,incluso a veces nos costaba estar dentro del agua sin ser arrastrados.
No pescamos en estas condiciones mucho tiempo, a penas una hora y algo, no tuvimos ni una picada ni siquiera en los pozos más resguardados, había que buscar un Plan "B" y no merecía la pena perder más tiempo en un río así.


El Plan "B" resultó ser un río cercano de menos caudal y aunque presentaba también deshielo, por lo menos podíamos meterle el píe... y las ninfas.
Las truchas no tardaron en salir, el primero en mojar fue Carlos y lo que más nos llamó la atención fue su tamaño. No esperabamos unas truchas así en un río tan pequeño.


Ciao preciosa!! menuda batalla diste!


Las posturas eran claras, solo estaban en los pozos profundos, por lo que había que tener especial cuidado en que las derivas fueran a la profundidad correcta y sin dragar, sino no picaban a la mosca. Aunque tomaban las ninfas con agresividad no se desplazaban mucho a por ellas.


Me llamo mucho la atención los dientes de estas truchas, si pincháis en la foto veréis que tamaño tienen respecto al del pez.


Tú también mereces volver al agua!!


En este pozo clavamos cuatro truchas seguidas, justo donde se juntaban dos ríos. Postura de libro...


... y de trucha grande. La más grande de las siete que clavamos. Realmente son preciosas, sino fijaros en el tamaño de las aletas de esta trucha.


Al final el Plan "B" funcionó, aunque ahora mismo me duelen las piernas y los tobillos un montón, con posturas tan definidas al final acabas caminando mucho.
No se está dando tan mal esta temporada..

lunes, 4 de abril de 2011

Primer día...


Hoy estrené la temporada. Fue una jornada improvisada a última hora y de tan solo un par de horas, pero de esas que te dejan buen sabor de boca.


No había casi eclosión cuando llegamos al río y encima había deshielo...


...pero la compañía fue agradable. Un nuevo río y un nuevo compañero para empezar esta temporada.



No nos quedó más remedio que recurrir a la ninfa y eso que nada más llegar vimos una cebada buena, pero no pintaba la cosa para mojar las secas. El agua venía helada!!!


El poco triunfo que tuvimos fueron dos truchas de 24-26 cm. pero que a mi me quitaron el bolo y me dejaron muy buen sabor de boca.


En este agujero salió la primera. Lancé las dos ninfas a lo más parado y las acerqué poco a poco a la corriente y justo en la frontera... zaaasssssss!!! A la larva de trico.


No es un tumbabuques pero luchó con dos narices. Qué bonitas son!!!


Después de unos cuantos días lloviendo hoy Pirineos nos regaló este cielo.