miércoles, 28 de noviembre de 2012

El barbo perfecto

...o al menos para mi lo es. Trasteando con las fotos de hace unos años, di con ésta. No me canso de verla. Es un barbo perfecto y de un tamaño respetable.


Y aún recuerdo la jornada. Fue una de invierno en Zamora, con frío y viento. El barbo fue pescado con un streamer, se puede apreciar aún en la boca del pez, un Woolly Bugger negro de cola roja.

Sin duda es uno de los peces más bellos que he sacado.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Otoño 2012 (IV) Las hormigas


El cuarto día de estas vacaciones amaneció nublado, con cuatro gotas de agua y una ligera brisa. Quedé con Miguel en su casa, como tantas otras veces, y no pude por menos que recordar aquellas primeras jornadas de pesca junto a él cuando era un crío y nos íbamos a pescar a Palencia o a Sanabria. Tras unos cafés en un pequeño pueblo, con su correspondiente chupito de orujo, se nos unió José Miguel y juntos nos llegamos al río.

El lugar, junto con el ambiente otoñal, le daban un toque melancólico a esta jornada.


Nos separamos para poder pescar cómodamente. Ya había visto nada más bajar las primeras colas de barbos y opté por atar al final del bajo una Blow Fly de foam, que otros días tantas alegrías me había dado.


Pero el día estaba nublado y los brillos en el río no me dejaban ver las moscas con postes blancos. Así que opté por una Royal Wulff un tanto modificada, con dubing de brillos en color pavo real y rosa, con un poste en rosa fluor muy visible. El año pasado ya me había dado buenos peces.


Las primeras capturas no se hicieron esperar. Barbos no muy grandes, pero bonitos y peleones.



En un momento dado vi bajar moscas por el río. Pensé que podían ser B. Rhodanis, que tanto eclosionan aquí en esta época, pero no, resultaron ser cientos de hormigas con alas.
Yo ya sabía lo que eso significaba y no pude por menos que esbozar una sonrisa malvada.


Ésto es lo que pude captar con mi teléfono: barbos cebándose como locos en un tramo de río de a penas palmo y medio de agua, que nada más clavarlos dejaban una estela de aguas tras ellos, haciendo que cada lance fuera una pasada. Los barbos se desplazaban varios metros para tomar la mosca.


El fuerte de la eclosión duró a penas media hora, aunque siguieron bajando hormigas durante una hora y media o así, manteniendo a los barbos muy activos pues la zona donde estaba pescando tenía una corriente suave y podían localizar las hormigas con facilidad.

Como en esta jornada no esperaba grandes peces, opté por la caña de línea #5, pero tras 23 barbos en poco rato, el brazo me quedó muy dolorido. Qué pasada!!!


A Miguel y Jose Miguel se les dio parecido a mi. Cuando nos juntamos los tres nos fuimos a comer a la expectativa de qué ocurriría por la tarde.


Por la tarde el sol bajó su posición, pero al despejarse un poco las nubes, aún se podían ver (intuir) algunos peces, si bien la locura de la mañana había cesado y los barbos ya no se cebaban en superficie.


En zonas con corrientes como ésta podías verlos, pero a pesar de que subían a la mosca, lo hacían tan despacio que al final ésta era arrastrada por la corriente y acababan rechazándola, repitiéndose esta acción hasta en siete veces seguidas.


Solo cuando llegué a una zona con las orillas cortadas y aguas un poco más lentas y profundas, los barbos se mostraron más receptivos. Aunque no los veía, suponía que estaban en los huecos de la orilla, con lo que solo había que lanzar cerca de ella, pescando a postura, algo que muy pocas veces ocurre pescando barbos.


Al final pude llevar cinco barbos a la mano, haciendo que la tarde fuera más amena pues no fueron peces fáciles como los de la mañana.
Tras un par de horas de pesca, pusimos final a esta jornada, el sol ya estaba muy bajo y los peces ya no estaban mucho por la labor. Sin duda ha sido el mejor día del año en cuanto a número de capturas se refiera.


Y con esta estampa melancólica, abandonamos este río hasta el año que viene. Cuanto lo echo de menos!

jueves, 22 de noviembre de 2012

Fabricando cilindros de foam

Los que dedicamos buena parte de nuestra temporada a la pesca de barbos y carpas a mosca, solemos utilizar muchas moscas de foam. Si lo compramos en webs o tiendas especializadas, suele costar un ojo de la cara y si son cilindros de dos colores aún más.

Una de las moscas que utilizo y me resulta más efectiva es la hormiga hecha con un cilindro de foam, que suele tener dos colores, uno negro para el cuerpo y una cabeza blanca a modo de indicador. Los barbos la suelen tomar sin miramientos, pero es una mosca delicada, que tras cuatro o cinco barbos se suele romper la cabeza de la mosca, o se suelta el indicador blanco...etc. por lo que yo suelo gastar entre 30 y 40 de estas moscas al año.


Hace un tiempo decidí hacerme mis propios cilindros. Mucha gente suele utilizar los sacabocados que venden en las ferreterías, pero el resultado me parece un poco basto. El método que os traigo se lo vi hace unos años a un americano y me pareció de lo más sencillo y el resultado es de una calidad alta.

Partimos de una antena de una radio o transistor. Como la antena está formada por distintas secciones de diámetros progresivos, podremos elegir el tamaño adecuado para nuestros cilindros. Yo he optado por estos dos, para moscas de barbo y moscas para trucha. Los podemos hacer más gordos si queremos utilizarlos en escarabajos o en los famosos "garrapatos". Hay que tener cuidado de cortar los tramos con suavidad para no deformar los pequeños tubos.


Una vez cortados, pasaremos a afilar el borde con el que cortaremos. Yo lo he afilado con un cabezal de piedra de un pequeño taladro. Una lima cilíndrica nos valdrá igual.


Cuando tengamos los tubos preparados, solo hay que coger un taco de foam de calidad, que sea denso, de al menos 2 cm. de grosor. Le pegamos una plancha de foam blanco de entre 2 y 3 mm. que hará las veces de indicador.


Insertamos el tubo elegido en un taladro. Yo utilizo éste más sencillo, pero un taladro cualquiera vale, solo hay que tener precaución de no apretar mucho la mordaza para no doblar el tubo.


Presionamos el tubo contra el foam y accionamos el taladro. Veremos que el tubo entra sin dificultad en el foam y lo cortará limpiamente.


Éste es el resultado, cilindros perfectos y que en nada se diferencian de los comerciales. Bueno, si, se diferencian en que nos han salido a un precio ridículo.


Los clasificamos según tamaños y ya tenemos para montar toda la temporada con a penas 15 minutos de trabajo.


Por último recomendaros que afiléis el tubo después de taladrar bastantes cilindros pues el foam es muy abrasivo y desgastará el filo.

Espero que le saquéis provecho al brico.

Un saludo.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Otoño 2012 (III) El molino


El molino ha sido un descubrimiento casual. Desconocía totalmente esta parte del río, debido en mayor medida a que no suele estar tan bajo de nivel el embalse.


El molino dispone de una presa perfecta de losas y cantos rodados, que con el tiempo se ha roto en su parte central, proporcionandole al río una bonita y fuerte corriente principal y varias corrientes secundarías.

Es un edificio en ruinas, pero muy bonito. Nos ha hecho viajar mentalmente a otra época.


Y digo "nos ha hecho" porque Teresa vino una vez más conmigo. Bendita paciencia la suya! Pero no creo que lo pasara mal, este paisaje proporciona paz para el espíritu.


Los barbos no se dieron mal, aunque estaban muy recelosos. Antes siquiera de poder tenerlos a tiro, mucho antes incluso, ya se asustaban. Solo cuando una brisilla de viento empezó a soplar, pude acercarme algo más a ellos, pues a parte de las corrientes del molino, pocas más había, y encima, en las corrientes, no querían saber nada de la mosca.


Los barbos fueron pequeños y medianos, como era lo esperado y no había muchos obstáculos. Por eso los pesqué con una línea #5, aunque la pobre Scott trabajó lo suyo.


El sitio es precioso para pasar una mañana de pesca. Fácil acceso y fácil de pasear por sus orillas. Los lances sin ninguna complicación en forma de árboles, aunque esto es un pro para pescar y un contra a la hora de buscar una sombra para comer. Lástima que este lugar quede inundado la mayor parte del tiempo.


En la parte superior del tramo los barbos ya dieron algo más de guerra pues aumentaron un poco de tamaño y las rocas empezaban a florecer en la superficie del agua. Eso si, en estas pequeñas corrientes si que estaban algo más dispuestos a subir a la seca, aunque hubo que bajar el tamaño de la mosca hasta él de una hormiga de foam.


En este río los peces tienen por costumbre, una vez se sienten clavados, atravesar perpendicularmente la corriente en dirección a la orilla contraría, para luego descolgarse aguas abajo, enganchando con la línea y el bajo todas las piedras que haya por medio.


Con barbos del tamaño de él de la foto, aún la pelea es asequible, máxime si no hay un exceso de corriente, pero con barbos por encima de los 70 cm. la cosa pinta muy fea pues es muy difícil impedir que se metan en la rocas y acabas partiendo.


Y tras ponernos un poco en apuros con una bonita palea, lo que menos que podemos hacer por estos peces es devolverlos lo mejor posible a su medio.


Últimamente salgo mucho en las fotos, se nota que llevo reportera gráfica.

Buena jornada de pesca. No recuerdo bien cuantos peces sacamos este día, no se si llegamos a la decena, aunque para un par de horas de pesca no está tan mal.
Pero como digo siempre, no es tanto cuántos, sino cómo y con quién.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Un par de horas en el lago


Ya hace unos días que el otoño entró de golpe en Pirineos. Noches frescas y suaves temperaturas por el día con la luz del sol. Sin duda es una gozada para los sentidos poder pasear por estos bosques.


A mi el otoño me da mucho mono de pesca. Ojala pudiera pescar más en estas fechas, rodeado de este fantástico paisaje. Así que durante toda la semana he ido acumulando ganas de pescar.

Hoy al levantarme un día plomizo y lluvioso me ha recibido. 10 ºC en el valle y unas ligeras gotas de lluvia, ideal para subir al pequeño lago e intentar pescar unas truchillas.


Esta es la imagen desde la orilla. Las cumbres quieren asomar entre las nubes y se puede apreciar que ya están un poco nevadas. Las ruidosas cascadas son señal de que ya sobra agua por todos lados.


Cuando aún estaba aparcando el coche, pude ver en la lejanía una cebada. Joder! ya estoy nervioso!
Me recibe una suave lluvia y un poco de brisa. Aquí arriba la temperatura ha caído hasta los 6 ºC, pero abrigado se pesca agusto.


Veo muchas cebadas, pero todas lejanas, a ver si quisieran ponerse a tiro... Qué bien se pescaría aquí con pato.
En estas cosas ando pensando cuando con el rabillo del ojo, junto a unas hiervas de la orilla, veo una bonita cebada. Primer lance y una trucha sube con parsimonia, mira la mosca medio segundo y la toma lentamente. Tras una bonita pelea, llevo a tierra a este precioso pez. Bua! un comienzo genial!


Sin moverme del sitio clavo otra truchilla, mucho más pequeña que la primera y que se suelta al traerla. Las truchas están activas, pero no veo que comen. Solo he visto algún quironómido volando, así que creo que es eso lo que comen. Llevo puesta una emergente de rhodani, pues otros días me ha dado muy buen resultado en presencia de quironómidos.


Las siguientes truchas saldrán todas a esta mosca.


Tras unos minutos rodeando el lago en busca de nuevas cebadas, la cosa no pinta muy bien. Hay cebas pero cada vez más lejanas y esporádicas. El viento se para y las olas ya no arrastran nada cerca de la orilla. Decido irme una de las entradas de agua del lago. Cuando me acerco, veo desde la orilla varias cebas y unos insectos revoloteando en el agua. Son plecópteros de pequeño tamaño, pero no minúsculo. Hay docenas y las truchas están dando buena cuenta de ellos en la corriente que entra del río.
Sin moverme del sitio, una tras otra van saliendo las truchas. Muchas las veo cebarse lentamente, otras me suben a la mosca de improviso.


Esta truchas tenía una buena sonrisa Profiden! Menudos boca y dientes se gasta la amiga!


Cuando mejor me lo estoy pasando, llega una excavadora y se pone a sacar grava junto a mi. Hace unas semanas dilubió en Aragón y aún se ven los estragos del agua. Miles de toneladas de sedimentos en forma de gravas y cantos se han acumulado en muchas zonas de los ríos, lagos y embalses. La máquina me enturbia el agua y decido marcharme con un bagaje de 11 truchas y todas a seca. No está nada mal para un par de horas!

Estoy muy contento, tras la inundaciones de días atrás, no sabía en qué forma iban a afectar a algunos ríos y a éste en particular parece ser que no le ha afectado demasiado, pues hubo una eclosión de plecópteros bestial. A las truchas no se como les habrá ido, al menos en el lago se ven bastantes, espero que en el río hayan podido aguantar.


Casi todas las truchas que he sacado han echado semen, así que creo que va siendo hora de dejarlas en paz.

Os dejo la receta de la mosca triunfadora del día que ha sacado todas las truchas ella solita: emergente de rhodani.


Anzuelo del 16-18 un poco curvo.

Hilo de montaje Skala 360 color oliva.

Exuvia rayón de Maderia imitación del 3256 de la Paleta.

Abdomen de rayón Madeira gris verdoso (desconozco numeración) brincado con amarillo pajizo Skala 360 que es muy fino, pero un 8/0 de cualquier marca valdría también.

Tórax de dubbing superfine de Wapsi dry fly color oliva grisáceo.

Ala en polypropileno color dun medio

Hackle Whiting silver color dun medio.


Qué bien sienta un día de pesca en pleno otoño pirenaico!!

viernes, 2 de noviembre de 2012

Con pelo y pluma, paciencia y calma.

Resulta absurdo pensar que si en un embalse subes hasta el punto más alto vas a encontrar algo de interés, pero ahí estoy yo para comprobarlo.


Y efectivamente, el paisaje no experimenta grandes variaciones. Sin embargo, los motivos que me llevan a subir son otros, pero algunos claves para mi si quiero seguir escribiendo aquí.

En terreno prácticamente llano, subir a una pequeña colina te permite observar grandes extensiones con perspectiva, lo que a mi me aporta gran satisfacción.


Tengo la tendencia de llevar a pescar ropa  de colores vivos, cosa que no ayuda en exceso a pasar desapercibido.



Si añadimos que me encanta ir observando todo (si puede ser la primera mejor), nos encontramos con una dura jornada de pesca para mi compañero.


Por todo esto, el tema requiere calma, y exige paciencia.


Resumiendo, si cada uno hace lo que más le gusta y existe compenetración, podemos pasar juntos días inmejorables.



Gracias otra vez (sin rencores...jeje).
Teresa!